Nos sentamos en un círculo
estamos todos,
nos miramos
nos investigamos mentalmente.
Todos parecemos iguales y
sin embargo,
ahí estoy yo
esquivando las miradas,
evitando ser descubierta.
De repente,
alguien pregunta:
¿Quién se anima a cantar?
Todos callan.
Algunos levantan la mano.
Yo callo.
En mi interior grito: ¡Yo quiero, joder!
Pero, una vez más
vuelvo a ser
la misma cobarde que
he sido siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario