21 marzo, 2011

Cobarde.

 Nos sentamos en un círculo
estamos todos,
nos miramos
nos investigamos mentalmente.
 Todos parecemos iguales y
sin embargo,
ahí estoy yo
esquivando las miradas,
evitando ser descubierta.

 De repente,
alguien pregunta:

 ¿Quién se anima a cantar?

 Todos callan.

Algunos levantan la mano.

 Yo callo.

En mi interior grito: ¡Yo quiero, joder!
 Pero, una vez más
vuelvo a ser
la misma cobarde que
he sido siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario