21 mayo, 2011

Porque al verla se sentía pequeña.
Y él la rodeó con sus brazos y sus besos y sus cariños y con todo su amor.
Y ella se dio cuenta de lo estúpida que había sido.

Y de pronto tropezar

Y sentir que no tienes frenos. Que te vas de cabeza, de boca, de ojos... y que nada te podrá salvar.

Así que te propongo algo:

Cállate.
No me mires, no pienses que estoy aquí.
Sólo déjate llevar
y grita para mí.

19 mayo, 2011

Qué ganas tengo de que te vayas a vivir a otra ciudad
para que te des cuenta de que existo
y me eches de menos.