28 febrero, 2011

Porque sí, porque todos hemos tenido días así.

Y entonces sientes que no sirves para nada.
Que no vales.
Que no eres nadie.

Y entonces sientes que eres inferior
a él,
a ella,
a ellos.. a todos.

Y es ahí cuando te das cuenta de que has vivido de bar en bar
perdiendo monedas noche tras noche
y aún sabiéndolo, vuelves a apostar.

¿El qué?
Qué más da.

Si no me queda nada que guardar.

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