19 febrero, 2011

Nuestras siete canciones

Me dejé seducir por su forma de cantarme.

 Recuerdo que estábamos los dos sentados en su cama, en su habitación, con la puerta cerrada,
ausentes al mundo.
Él estaba frente a mí.
Recuerdo que sentí celos mientras observaba cómo acariciaba
cada cuerda de aquella vieja guitarra.


 ¡Cómo deseaba que hiciera lo mismo con mi cuerpo!


Tocó exactamente 7 canciones.


Primera Canción:
 Mientras él dejaba la mirada en un punto fijo de algún lugar de sus manos, yo le miraba a él
y me perdía en la forma de sus labios.

"I can't sing a love song like the way it's meant to be, well I guess I'm not that good anymore, but baby, that just me. And I will love you, baby, always. And I'll be there forever and a day."


*Imaginé tantas veces cómo sería besar sus labios.
Cómo sería una caricia suya.
 Juré que no me iría esa noche sin decirle que mi vida ya era completamente suya. Porque cada vez que le veía, de lejos, acercándose a mí... -  ¡Oh dios! Ojalá pudiera guardar esa imagen para tenerla siempre conmigo - hacía que temblara mi cuerpo entero, y mi mundo adquiría cuantos sentidos conocía.


Segunda canción:
 Recuerdo que cada vez que quedábamos para vernos, quedábamos él y yo solos.
Pero siempre nos encontrábamos a alguien por la calle que luego se venía con nosotros. 
Y ya no éramos él y yo.
 Recuerdo que yo no conocía a nadie, y me quedaba a un lado
mientras los demás hablaban y reían. 
Y, entonces, él venía y se sentaba junto a mí, y me decía: Tranquila, no te pienso dejar sola.
Y esas palabras sonaban en mi cabeza una y otra vez, guardando el eco celosamente.


"Ayer soñé que una noche fría e invierno fue cuando te conocí y empezó este bello sueño. Ayer soñé que al principio me asustabas pero pronto comprendí que sin ti yo no era nada"


Tercera canción:
 Hey, hey, you, you! I don't like your girlfriend!


 Recuerdo, también, esa sensación que me volvía loca cada vez que alguien mencionaba que tenía novia. Cuánto hubiera dado por ser ella.
 Y nunca pensé que llegaríamos a estar de esa manera. Uno frente al otro, cantando y, como dije antes, ausentes al mundo. Y esta vez sí: solos.


Cuarta canción:
 No sé si llegué a decírselo esa noche, pero me encantan sus ojos y el brillo que les ilumina cuando se deja ser completamente él, haciéndole el amor a la música.
 Adoro cada vez que me mira fijamente, a cinco escasos centímetros de mi cara.


"Your eyes, holding up the sky. Your eyes, make me weak I don't know why"


 O cuando vamos caminando por la calle y no deja de mirarme. Oh, eso es algo que me vuelve loca.


Quinta canción: 
 Y, de repente, levantó la mirada, se desprendió de su guitarra, y se abalanzó sobre mí.
 Recuerdo perfectamente cada beso y cada caricia que nos fundimos aquella noche.


 Comenzó a desabrochar los botones de mi blusa y me llenó de besos y algún que otro mordisco.
Sus labios comenzaron su recorrido en mi boca y fueron descendiendo, pasando por mi cuello y posándose en mi ombligo. Qué bien se conoce mis puntos más débiles y sutiles.
 Recuerdo que me moría de ganas de que siguiera bajando y de que me hiciera perderme en mil gemidos de placer. 
Pero no lo haría hasta más tarde.. Mientras... me iba dejando con ganas de más.
Cómo lo odié en ese momento.


"I hate everything about you, why do I love you ? You hate everything about me, why do you love me ?"


Sexta canción:
 Como si lo hubiéramos tenido planeado, nos incorporamos a la vez, y yo quedé sentada encima suyo,
mirándole a los labios mientras él se acercaba cada vez más a los míos.
 Me acarició el pelo delicadamente y luego dejó caer sus manos hacia mi espalda, apretándome aún más a su cuerpo semidesnudo. Se echó hacia atrás haciéndome caer encima de él.
 Ahí comencé mi juego.


 Besé cada rincón de su cuerpo. Me encantaba sentir que estaba "bajo mi poder"
Que un simple roce le estremecía y me agarraba con más fuerza,
lo que me hacía saber que realmente le gustaba.
De repente, deslicé mi mano por dentro de sus calzoncillos. "Aún no" me dijo al oido en forma de susurro,
casi sin pronunciar las palabras,
debido a la falta de aire,
debido al placer.


 Así que seguí gustosamente con mi juego


"Nada es la distancia que quiero que haya entre mi piel y tu piel. Y aunque fuera esté nublado, qué bueno hace aquí a tu lado. Nada es todo para mí, si tú estás junto a mí, ya sé que es tonto pero me gusta decirlo: Tú, mi principio y mi fin, el puntito sobre mi i ... sin ti soy un vacito medio vacío".


Y así, entre juegos, llegamos a nuestra última canción:
 Nunca pensé que pudiera sentir la mitad de lo que sentí aquella noche, y que sigo sintiendo hoy por él.
 Sin pensarlo, los dos nos desnudamos, 
y dejamos que nuestros cuerpos
terminaran el juego que habíamos empezado.


"I wanna lose control, I'm not afraid to lose it all"

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