22 diciembre, 2011

Y el poema que no debería escribirte es éste..

Sé bien que no debería escribirte
que no debería pensarte
y no debería jugar a soñar que te tengo
ni soñar que juegas conmigo
a querernos.

Y sabes que es imposible para mí no sentir algo
que odio empezar a conocerte ahora,
después de tantos años conociéndonos.

Aún no sé por qué te siento tan cercano a mí.
Eres capaz de pintar mis días
porque sabes que me hace falta alguien que los desdibuje
y alegre mis mañanas,
que hace tiempo ya
que dejaron de estar coloreadas.

Eres como mi cura.
Una maldita medicina que me da miedo
a la vez que me atrae.
Y que me saca sonrisas,
y me saca de quicio...

Me quedo como embobada cuando me hablas de ti
y no quiero que dejes de hablar ni un segundo...
Cuando caminas a mi lado
o cuando te miro
y no existe nada más...
¡y entonces me río de ti!
Y finjo no pensar que te adoro y te digo tantas idioteces...
y me meto con tu nariz,
y con tus dientes,
y con tus ojos...

Entonces te cuento mi forma de ver el mundo
de ver la vida.
Y me comprendes tanto
que a veces dudo de si de verdad no eres mi

mitad...

Y me siento refugiada en ti.

Sé tan poco y a la vez
tanto
sobre ti.
Que me atrevería a decir que eres
el hombre de mi vida
si no fuera porque la mujer de tu vida
no soy yo..

¿Sabes?
Adoro cómo sonríes y me miras a los ojos
como diciendo "Sólo estás tú ahora mismo"
y yo te digo tantas cosas

que luego vas con esa poesía a ella

y yo me siento

inútil.
o sea
y feliz...
no sé aún si es peor lo primero
que lo segundo
Cuando lo sepa te aviso...

Joder,
te regalaría el mundo.

Y dentro,
solo rincones felices
donde hacer de la risa el único futuro posible..

No sabes cuántas veces me enloqueces
cuando ríes a quemarropa.
Ignoras cuánto deseo tus labios
cuando me pones esa sonrisa seductora
diciendo que no eres guapo
que no eres especial...
Y YO ME MUERO
por gritarte que sí lo eres
pero a tu modo...
pero en mi vida..
y desde mis ojos.

2 comentarios:

  1. QUE BONITOOO IDAIRAAAAAAAA!!!

    ResponderEliminar
  2. Cuando intento hablarte, mis palabras no llegan a ti, como simples susurros entre una multitud que grita.
    No he podido decirte que, aunque lejos, no puedo quitarme tus ojos y tu sonrisa de mi cabeza (es que tu sonrisa enamora). Tampoco he podido decirte como me gustó poder abrazarte en aquel momento en que nadie sabía el dolor que me corroía por dentro. Echo de menos los días en que teníamos aquellas conversaciones que siempre lograban sacarme una sonrisa. Lograste hacerme más fuerte, aunque nunca te lo he dicho... Por eso, cuando todo en lo que creía se vino abajo, pero aún así aguanté, pensé en ti.
    No sé explicar que hiciste exactamente, sólo sé que en un día de tristeza, mi mente tuvo como un flash. Recordó aquellos días, esas palabras y un sentimiento. "Demuéstrale lo mucho que vale" debió decir. Desde aquel día, todo ha parecido mucho más lento... Y no logro hablar contigo para contarte todo lo que ha pasado, y poder darte las gracias y decirte lo mucho que me importas.
    ¿Y quién soy? Eso no importa, pues todo esto no son más que palabras. Cuando te lo diga con hechos, sabrás quien soy.

    ResponderEliminar